Sui caedere

Estoy vacío, el eco de mis palabras
rebota desilusionado y muere infeliz.
No cautivo, lo que escribo es simple y vanal,
no se tiene que borrar, desaparece
inmediatamente después de ser leído.

- Entre tanta gente tocarme ser yo, todavía no lo asimilo -

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Que hago aquí? merezco no existir.
Me quiero ir, pero que sea pronto
no importa de que forma, o por lo
menos que mis lágrimas no estén obstruídas.

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Que muera dormido, no quiero ver otro amanecer,

concedanme solo eso, ya que a nadie le pedí nacer.

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Me suicido a diario pero solo en sueños.

Q0906+6930

Epoca: 2000.0

• RA: 09h 06m 30.8s
• Dec: +69° 30' 31"
  

Clasificación: FSRQ
Corrimiento al rojo (z) = 5.47
R = 19.9
Poder (BL Lac) = 1.4-3.5

SOuLA

Mi alma es silenciosa, imperceptible,
con tendencias flagelantes y pensamientos suicidas.
Mi alma está resquebrajada, se golpea con todo y a propósito.
-No sé si pueda seguir con ella-

No simples

Las nubes están pasando desapercibidas, ya nadie mira al cielo. No importa que artilugios utilicen: cambiar de forma o color, recorrer grandes distancias o intentar gritar, todo es en vano, seguimos con la mirada recta. La esquivez hacia lo trivial se convierte en lo ordinario, la indiferencia hacia lo sencillo se convierte en lo habitual, pequeñas prácticas que nos apartan de cautivar.

El caos del lado del azar

tomada por darkmatter

Un sismo en Katmandú,

una ventisca en Reykjavik,
un alúd en Yungay y
un agujero negro en el sistema de Fornax.
Todo ocurrió en el mismo instante...

Señales al unísono para mostrarme
que sos parte de mi destino.

Escritos del pasado

Mis sentidos te extrañan y te reclaman,
piensan que si no estás no tiene sentido seguir sintiendo.

01/06/2005

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Fue buena idea encontrate,
te convertiste en el fármaco que me alivia,
en el alucinógeno con el que desvarío,
en el sigilo que me tranquiliza.

Todo tu cuerpo se me aparece,
revolotea por mis sentidos
dejándome antojado y enviciado.

En la noche me quiero impregnar
de tus partículas y en el día
evaporarlas por donde vaya,
y cumplir este circuito religiosamente
hasta fenecer.

03/06/2005

Escritos del pasado

No he cambiado, tengo la misma soledad.
Soledad que ni el sol ni la edad me han podido quitar,
la distraigo con falsas ilusiones, la maquillo con automentiras...
esta ahí, no se va, no quiere dejarme, creo que me estima.
Soy su sitio, su lugar, pero la entiendo, hasta la soledad necesita de alguién.

Es paradójico, las soledad escogerme a mi que estoy tan solo,
si ella con solo desearlo desolaría todo.

Sin fecha

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Ayer en la noche me fui de todo,
estuve en un buen lugar empezando otra vez,
anhelando y no maldiciendo
sonriendo y no lastimandome
solo y no solo con gente...
pero quería estar solo con vos, por eso me desperté.

18/04/2005

Sin titulo

Escribir el título para un texto es una tarea complicada, siempre he tenido problemas para enmarcar con un par de palabras todo un contexto, y esto se complica si el titulo es para un compendio de escritos que no se han escrito y además está expuesto a una disponibilidad (como es el caso de un blog).

Tener que prever el contenido, el no encontrar un nombre único, el pensar como otra persona a lo minimo y la desesperación por no avanzar, desembocaron en "3nictalope", una fusión alfa-númerica con líneas de significado paralelas que tuvieron que encontrarse por una sucesión de hechos, definitivamente un nombre sin sentido.

De otro lado, el tiempo que tardo en rotular mis párrafos es demasiado, tanto que alcanzo a desesperarme y a hacer cuestionamientos:
- Quién inventó los títulos?
- Cuál fué el primer título? Todavía existirá?
- Cuántos títulos hay en el mundo?
- Si un título es muy largo se convierte en párrafo?

Después de estas preguntas inconclusas, retomo mi labor y doy mi última pincelada, aunque no combine con la obra.

Lo cotidiano

Cotidiano en su definición literal se refiere a lo que se hace u ocurre todos los días, es lo usual, lo esperado, pero esta palabra inofensiva guarda en su interior otro montón de significados que con mucho sigilo te envuelven de monotonía. Lo cotidiano esta relleno de obligatoriedad, rutina, constancia, pasividad y costumbre, palabras que apuntan a crear un espiritú común y un carácter que solo puede atraer lástima.

Lo cotidiano aunque siempre está, pasa desapercibido por no tener novedad. Tomar el chocolate en el desayuno se torna diferente solo si flota una mosca en la superficie o si en el fondo de la taza se dibuja la imagen de la virgen María; por lo menos cuando se es niño el chocolate tiene un valor agregado: meter toda la cara para beberlo y al final conseguir un bigote perfecto te permite hablar de igual a igual con tu padre; en otras palabras, crecés con cada sorbo.
Son pequeñas fantasías que se oxidan con el tiempo y no las reemplazamos, mudamos lo simple para poder ser complicados.

No detectamos lo cotidiano pero propendemos en crearlo y en coincidir con él, involuntariamente buscamos que nuestros días sean lineales y sin sobresaltos, con el tiempo vamos menguando nuestra lista de acciones y de lugares, y al final resultamos irrelevantes.