28 marzo, 2007

Im-Posible

Estaba sentado en la silla de atrás justo en la mitad, una mujer dormía profundamente en su puesto y paralelo a ella un joven dormía igual. Imaginé que sus sueños se encontraban en un mismo lugar y se volvían uno, que sin quererlo podían ser sincrónicos y burlar el azar.
Tres cuadras después cuando el bus frenó bruscamente deseché ese pensamiento tan descabellado, sonreí y me dije -imposible-.

Antes de bajarme ellos se despertaron en el mismo instante, se miraron a la vez y se saludaron tímidamente, cavilé un momento y decidí reciclar mi idea.

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